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// On :viernes, 29 de noviembre de 2013

A partir del próximo año, México podría dejar de ser el único país integrante de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que no cuenta con un seguro de desempleo.
El domingo pasado, el Gobierno federal presentó una iniciativa en la que propone crear un mecanismo de apoyo económico a las personas que laboren en el mercado formal y pierdan su relación laboral. Estaría financiado con una aportación de 3% sobre el salario del trabajador por parte del patrón y un subsidio del Estado con cargo al Presupuesto.

La propuesta contempla garantizar por lo menos la recepción de un salario mínimo vigente durante seis meses, aunque en otros países, como España, el tiempo máximo de cobertura es más amplio.

Para Antonio García, un periodista de origen español que perdió su trabajo en junio del año pasado, el seguro de desempleo no es un incentivo a la pereza, sino un sustento real.

"Muchas personas creen que entregar un apoyo por desempleo frena la búsqueda de trabajo, pero yo creo que no. En una situación difícil, recibir ese dinero es un soporte para tu búsqueda", aseguró García, beneficiario de este programa hasta hace unos meses.

En el modelo español, el dinero que la persona recibe depende del tiempo que haya cotizado y su salario. Además "tienes que comprobar que estás buscando trabajo a través de unas boletas que te dan en las entrevistas", detalló.

Los países de América Latina que incluyen un seguro de desempleo dentro de sus sistemas de seguridad social son Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, Uruguay y Venezuela, revelan datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

Cada uno de estos programas tiene características y alcances distintos. En el caso de Ecuador, por ejemplo, el beneficio se recibe en un solo pago, y no en cuotas mensuales, lo cual lo acerca a las características de los programas de indemnizaciones por años de servicio. El pago, sin embargo, se recibe sólo si el trabajador permanece en la condición de cesante 60 días después de su despido.

"La idea del seguro de desempleo es que una persona no se integre a un trabajo informal por la necesidad económica, sino que pueda tener un apoyo económico por un tiempo mientras encuentra otro trabajo formal", expuso el presidente de la Comisión de Seguridad Social en la Cámara de Diputados, Javier Salinas.

Según datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social español, para quienes hayan cotizado 360 días en los últimos seis años, el plazo del apoyo va desde 120 días hasta dos años, mientras en México el seguro daría un apoyo por máximo de seis meses.

La ventaja del modelo mexicano es que se incluyen como beneficiarios del seguro a personas que hayan prestado sus servicios por contrato durante tiempo determinado, por temporada, para obra determinada, sujeto a prueba, capacitación inicial, eventuales y estacionales.

A partir del próximo año, México podría dejar de ser el único país integrante de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que no cuenta con un seguro de desempleo.
El domingo pasado, el Gobierno federal presentó una iniciativa en la que propone crear un mecanismo de apoyo económico a las personas que laboren en el mercado formal y pierdan su relación laboral. Estaría financiado con una aportación de 3% sobre el salario del trabajador por parte del patrón y un subsidio del Estado con cargo al Presupuesto.

La propuesta contempla garantizar por lo menos la recepción de un salario mínimo vigente durante seis meses, aunque en otros países, como España, el tiempo máximo de cobertura es más amplio.

Para Antonio García, un periodista de origen español que perdió su trabajo en junio del año pasado, el seguro de desempleo no es un incentivo a la pereza, sino un sustento real.

"Muchas personas creen que entregar un apoyo por desempleo frena la búsqueda de trabajo, pero yo creo que no. En una situación difícil, recibir ese dinero es un soporte para tu búsqueda", aseguró García, beneficiario de este programa hasta hace unos meses.

En el modelo español, el dinero que la persona recibe depende del tiempo que haya cotizado y su salario. Además "tienes que comprobar que estás buscando trabajo a través de unas boletas que te dan en las entrevistas", detalló.

Los países de América Latina que incluyen un seguro de desempleo dentro de sus sistemas de seguridad social son Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, Uruguay y Venezuela, revelan datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

Cada uno de estos programas tiene características y alcances distintos. En el caso de Ecuador, por ejemplo, el beneficio se recibe en un solo pago, y no en cuotas mensuales, lo cual lo acerca a las características de los programas de indemnizaciones por años de servicio. El pago, sin embargo, se recibe sólo si el trabajador permanece en la condición de cesante 60 días después de su despido.

"La idea del seguro de desempleo es que una persona no se integre a un trabajo informal por la necesidad económica, sino que pueda tener un apoyo económico por un tiempo mientras encuentra otro trabajo formal", expuso el presidente de la Comisión de Seguridad Social en la Cámara de Diputados, Javier Salinas.

Según datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social español, para quienes hayan cotizado 360 días en los últimos seis años, el plazo del apoyo va desde 120 días hasta dos años, mientras en México el seguro daría un apoyo por máximo de seis meses.

La ventaja del modelo mexicano es que se incluyen como beneficiarios del seguro a personas que hayan prestado sus servicios por contrato durante tiempo determinado, por temporada, para obra determinada, sujeto a prueba, capacitación inicial, eventuales y estacionales.

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